martes, 16 de agosto de 2011

Viaja sin ruidos


Tu sistema de escape de emisiones en realidad comienza en la parte delantera de tu carro, justo detrás de tu motor. Los tubos múltiples de escape se conectan a las cabezas de los cilindros, donde recogen los gases de escape. A medida que los gases se mueven a través del sistema de escape, primero los analizan los sensores de oxígeno, luego los refina el convertidor catalítico y finalmente el mofle amortigua el ruido. Así que, cuando los gases salen del vehículo, tu sistema de emisiones ha hecho que tu carro corra más suave, limpia y calladamente.



Tu sistema de emisiones de escape hace todo su importante trabajo colgado debajo de tu vehículo. Así que, para que tu carro corra suave, callada y eficazmente, recomendamos una revisión del sistema de escape por lo menos una vez al año.

Señales comunes de desgaste
  • Las grietas o pequeños hoyos en los tubos múltiples de escape y las juntas pueden ocasionar fugas, lo cual afectará la seguridad y el desempeño de tu vehículo.
  • Las grietas, los alambres dañados o las admisiones bloqueadas en los sensores de oxígeno podrían ocasionar mezclas incorrectas de aire y combustible y mala eficiencia del combustible.
  • El sobrecalentamiento, las abolladuras, los tapones y la corrosión en el convertidor catalítico pueden contaminar el ambiente, producir ruido excesivo y marcha de motor inestable cuando el vehículo está parado.
  • La corrosión excesiva y los hoyos en los resonadores y el mofle pueden contaminar el aire y producir ruido excesivo y hacer que la marcha del motor sea inestable cuando el vehículo está parado.
  • La corrosión excesiva y las tuercas rotas en los tubos, colgaderos, grapas y soportes pueden hacer que las partes cuelguen muy bajo, lo cual puede ser peligroso para las personas que van manejando tras de ti.

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